«¿Que te trae aquí hoy?»
Esa pregunta es a menudo lo primero que escucha, después de los saludos, en una cita médica. Y, sin embargo, la respuesta dada es con frecuencia una verdad a medias (o peor). Los profesionales médicos lo saben, por eso terminan la entrevista inicial con alguna variación de «¿Hay algo más?»
Esa es la pregunta que generalmente provoca la verdadera razón de la visita.
La naturaleza humana
Es normal sentirse vulnerable o avergonzado cuando se discuten asuntos privados con otros, independientemente del entorno. Y la ansiedad de plantear temas sensibles con los médicos puede verse exacerbada por las diferencias de posición percibidas. Algunas personas pueden sentir que iniciar una discusión sobre ciertos temas es irrespetuoso o inapropiado, incluso cuando involucran las mismas razones para buscar ayuda.
Y luego está el miedo a ser juzgado.
Por favor, permítame mejorar esas preocupaciones.
Profesionalismo medico
Es seguro asumir que no muchas personas saludan a sus médicos proclamando en voz alta «¡Hola, doctor! ¡Creo que volví a contraer la sífilis! ”. La gente tiende a relajar los detalles, a veces de forma tortuosa. Pero incluso si somos contundentes, ¡no hay absolutamente nada de malo en eso!
Los médicos y las enfermeras son profesionales. Pueden manejar detalles incómodos. Sobre todo, aprecian su corte al grano, ya que eso les da más tiempo para lidiar con lo que más le preocupa.
Y eso, en última instancia, es lo más importante.
Prepárate
Un poco de preparación de su parte puede ayudar a los profesionales médicos a aprovechar al máximo el tiempo asignado. Y también puede ayudarlo a USTED a mejorar algunas de las ansiedades que pueda tener.
* Considere reformular cualquier cosa que lo haga sentir incómodo. Por ejemplo, use «ingle» en lugar de «entrepierna» al describir la ubicación de una erupción o bulto molesto. O describa algunos hallazgos inesperados y deje que el profesional le pregunte sobre la ubicación.
* Haga una lista de preguntas que le gustaría responder y úselas para expresar su preocupación principal, y para asegurarse de que se aborden todas sus preocupaciones. Es fácil olvidar qué preguntar bajo estrés.
* Si un profesional plantea una inquietud que no desea discutir, considera aceptar la invitación. Lo más probable es que ella tenga un presentimiento de lo que realmente le está preocupando, o está tratando de ocultar, y está lista para facilitar el intercambio de información. Reconoce la oportunidad y libérate.
* Si todavía no está seguro de cómo abordar un asunto delicado, ¡escríbalo! Luego entréguele la nota al profesional.